martes, 10 de julio de 2007

Los motivos de inspiración: El hombre y las columnas, Federico Assler.

Ahora hablaremos de un artista nacional, que con sus esculturas viene a retratarnos su perspectiva, en una entrevista en el sitio
http://www.portaldearte.cl/entrevistas/assler3.htm, Assler nos plantea que toda su obra gira alrededor de la relación entre lo femenino con lo masculino:
“Yo siempre he girado alrededor del hombre, de la pareja humana. Muchas de mis obras son dos elementos con diferencias, así como se diferencia la forma física del hombre y de la mujer, hago formas mas duras para lo masculino, y mas suaves y ondulantes para lo femenino. Influye también todo el entorno: las rocas, el río, el cielo, las nubes, los árboles … muchas de mis piezas son verticales. Yo veo lo vertical como masculino y lo horizontal como femenino. Lo horizontal es la tierra, lo vertical es el árbol. Muchas veces digo que mis piezas verticales son mis árboles, y que las horizontales son la tierra, lo femenino. Entonces también hay diferencias de formas: lo masculino es más duro, lo femenino es más suave, acoge.”






Para assler el contacto con el medio es lo que lo nutre, porque necesita retratar la presencia del hombre en la tierra. Esta definición nos sirve para contrastar miradas y hacernos tomar conciencia de que hombres y mujeres, con sus distintas experiencias con el entorno, nos entregan un acercamiento sensible que puede ser muy determinante a la hora de acercarnos a una percepción del mundo que nos rodea.

Entre lo Masculino y lo Femenino

Entre lo Masculino y lo Femenino
http://www.mailxmail.com/cursos/imagenes/5495_3_1.jpg
La sensibilidad mujer.

Mucho se podría hablar de sensibilidad en el arte, pero ¿hasta donde llega nuestra experiencia, oportunidad primaria para acceder al conocimiento de lo que nos rodea, por género? Todos sabemos que la realidad de un hombre difiere muchas veces de la perspectiva de una mujer. Es así que para acercarnos a conocer esta diferencia citamos en primer lugar a Frida Kalho, artista que nos entrega claramente su perspectiva de la vida.


En su obra “yo y mi nana mamando” la artista se retrata con cuerpo de niña y cabeza de adulta, mamando de la entonces nodriza de la pintora, una nana con rasgos indios, de la que se alimenta pero sin la calidez que debería tener tal encuentro, se reduce al solo acto de alimentarse, manteniéndose fría y distante. Seguramente esta sensación la marco desde su niñez y a la cual jamás tuvo oportunidad de conocer como madre, ya que la artista jamás pudo tener hijos.


Asi la experiencia a veces desgarradora de la realidad nos llega como experiencias, experiencias sensibles que se manifiestan a través del arte y nos podemos nutrir para determinar en algún punto también nuestra capacidad para retratar nuestras vivencias.